"...Hablaré un poco de mi trayectoria. Los privilegios se refieren a los que tuve en mi vida como estudiante, y como profesional capacitado, incluyendo casi 40 años de trabajo en esta Institución. Seguiré mis apuntes, porque No confío –casi en nada– en mi memoria.

Estos privilegios comenzaron cuando ingresé al Departamento de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en 1961. Estaba en quinta promoción; El departamento fue creado en 1957 y este año celebra su 50 aniversario. En la década de 1960, el Departamento de Sociología de la Universidad de Buenos Aires, creado por Gino Germani con el apoyo de José Luis Romero, vivió su época dorada; Fueron los primeros años, pero fue una época dorada. Fue, junto con los departamentos de la Universidad de São Paulo (USP) y la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y el Colégio de México, uno de los centros de Sociología latinoamericana más importantes de la época.

Entre los profesores más destacados que tuve puedo mencionar al propio Gino Germani, quien fue el pionero de la Sociología en Argentina; el historiador José Luis Romero, al que acabo de mencionar, gran medievalista, y que ocupó la cátedra de Historia Social General; Jorge Graciarena, quien trabajó en Sociología del Desarrollo y Sociología Política; Túlio Halperin Donghi, a quien muchos de ustedes conocen. Llevé con él tres materias sobre Historia Social Argentina. Gregório Klimowsky, epistemólogo, colaboró posteriormente con Ernesto Sábato en el informe Nunca Mais, sobre los desaparecidos durante la última dictadura en Argentina, y ahora es profesor emérito de la UBA. Otro gran maestro que tuve fue Horacio Giberti, un ingeniero agrónomo que impartió una materia fantástica, en la que aprendí mucho que fue Geografía Económica de Argentina. Giberti, hoy, también es profesor emérito de la UBA. Además de Torcuato Di Tella y otros muy buenos maestros, que no mencionaré aquí para no abusar de ellos.

El sueño terminó a manos de un general de pocas luces, llamado Juan Carlos Onganía, quien dio un golpe de estado en junio de 1966, desmanteló la universidad y, en particular, el área de Ciencias Sociales, en todo el país, pero, principalmente , en la Universidad de Buenos Aires.

Tuve la suerte, o también el privilegio, de ser reclutado por Gláucio Soares, entonces director de Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales), para realizar estudios de posgrado en Santiago de Chile, en 1966 y 1967. En Flacso, fui sometido a otra ola de grandes maestros. Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto habían terminado, o estaban terminando, el libro Dependencia y Desarrollo en América Latina, uno de los principales libros de la literatura sociológica de los años sesenta y setenta.

Con Fernando Henrique tomé un curso sobre El Capital, que quizás podría haber llevado el nombre de un libro de una conocida marxista althusseriana chilena, Marta Harnecker, llamado Para Leer El Capital. También enseñaban en esa época, en el Flacso, Alain Touraine, Johan Galtung y Manuel Castells, un prodigio de la Sociología, que todos conocéis. Nació el mismo año que yo, 1942, había sido discípulo de Touraine y ya era profesor en la Universidad de París. Por esta época nos visitó en Flacso Castells, de poco más de veinte años; Luego trabajó con los movimientos sociales urbanos y la sociología urbana, antes de pasar al tema de la sociedad en red, la sociedad de la información, que concluyó con la famosa trilogía.

Dada la situación de Argentina, en 1967 terminé en Iuperj por recomendación de dos colegas y amigos brasileños, Vilmar Faria y Carlos Estevam Martins, y permanecí aquí hasta diciembre de 2005, cuando decidí jubilarme..."